Picasso y la estampa erótica japonesa
El Museo Picasso de Barcelona acoge desde ayer y hasta el 14 de febrero de 2010 la exposición “Imágenes secretas. Picasso y la estampa erótica japonesa”, una muestra que permitirá contemplar, por primera vez, una selección de estas estampas niponas que formaban parte de la colección privada del artista malagueño y que actualmente se encuentran en manos de sus herederos, sin haber sido exhibidas nunca antes.
Estas 19 estampas de los siglos XVII, XVIII y XIX, junto con una selección de obras del artista, forman el núcleo central de una muestra que incluye en total 102 piezas, presentan paralelismos con dibujos y grabados de temática erótica realizados por el pintor.Si bien toda la obra de Picasso está imbuida de erotismo y sensualidad, se puede considerar que en dos períodos, el de sus inicios (1900-1908) y el final (1964-1972), el artista se dedicó de una manera más intensa a los temas eróticos explícitos. Si en el primer período realiza apuntes y dibujos que son más próximos a las estampas japonesas que a la iconografía occidental, en el segundo los grabados presentan una variedad de encuadres, de perspectivas y de técnicas de representación que confieren tal fuerza a las imágenes representadas que hacen que el espectador se convierta en el voyeur a quien está destinada la escena.
Imágenes secretas
A través del tiempo, los grabados eróticos japoneses se han conocido bajo diferentes nombres: shunga, makura-e, warai-e. Uno de estos términos fue también el de higa, que significa “imágenes secretas”. Con el fin de establecer un diálogo sugerente, en esta exposición se han seleccionado algunos de los grabados eróticos del mismo Picasso y obras de diferentes autores, japoneses y occidentales, que aproximan al fenómeno de la difusión del arte japonés en Europa y nos revelan cuáles fueron los vínculos entre este arte y la obra picassiana.
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