
Entre el 3 de diciembre y el 11 de abril, piezas románicas que no han salido nunca de su lugar de culto, como “La majestat de Beget” (siglo XII), y óleos modernos como “La bebedora endormiscada”, de Picasso, “Les ombres de la nit que cau”, de
Dalí (en la foto de la izquierda), y “La masovera”, de
Joan Miró (en la foto de abajo), compartirán espacio en la exposición “Convidats d’honor”, que celebra el 75° aniversario de lo que hoy es el
Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).
El festejo llega en uno de los momentos menos boyantes para el museo, cuyo presupuesto de 21,6 millones de euros para esta temporada supone un recorte del 14% respecto al año pasado. Aun así,
la dirección ha decidido que la mejor manera de hacer partícipe a la ciudadanía de tan señalada fecha es renunciando a la taquilla de “Convidats d’honor”, la exposición estrella de la temporada. Además, el 18 de diciembre el museo abrirá sus puertas por la noche con música en directo en la Sala Oval y comentarios a pie de obra de lo más destacado de la muestra.

En
tiempos de vacas flacas, los museos exprimen sus recursos para seguir atrayendo al público. En el caso del
MNAC, la apuesta se centra en abrir las entrañas del centro, difundiendo el trabajo científico de restauración de obras como “La majestat de Beget” y el gran retablo gótico de la “Mare de Déu de l’Escala”, de Joan Antigó. Estas obras estarán expuestas en “Convidats d’honor”, junto a otras piezas medievales procedentes de Francia y Canadá.
Paralelamente a esta muestra, se abrirá otra (también gratuita) que reunirá las pinturas completas que adornaban la capilla de Santa Caterina de la catedral de la Seu d’Urgell. Este conjunto fue arrancado en 1930 y divido entre varias instituciones (el MNAC, el Museu Episcopal de Vic y la fundación suiza Abbeg-stiftung). Podrán disfrutarse en su totalidad por primera vez en la muestra titulada “La princesa sàvia”.
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